Durante buena parte del siglo XVIII, la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, con sede en Pasaia, controlaba el monopolio sobre las importaciones de cacao, por lo que el chocolate que se consumía en Europa entraba por los puertos vascos. El chocolate vino para quedarse y convirtió esta tierra en cuna de grandes maestros chocolateros.

A lo largo del tiempo la industria chocolatera ha evolucionado de tal forma que podemos disfrutar de múltiples variedades. Para comprender mejor su posición clave en la alimentación y las características de este producto tan apreciado y que gusta a todo el mundo, nada mejor que acercarse Casa Aramendia en Errenteria. Desde 1898, la tradición y la artesanía han sido su razón de ser. Más de un siglo de historia y tradición familiar que se han transmitido de generación en generación, han convertido a Casa Aramendia en toda una referencia en Gipuzkoa a la hora de hablar de productos elaborados de manera tradicional y artesanal.

Para más información: www.casa-aramendia.com